viernes, 30 de octubre de 2015

CARACTERIZACIÓN GENERAL DE LAS FUNCIONES DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE


Aprender y enseñar.


Hasta ahora en mi cabeza había una idea de lo que era enseñar: la que había visto y reproducido como lo que de verdad era "enseñar".
Ahora ni puedo decir esa palabra sola sin que me suene mal; ahora una palabra me lleva ala otra por conexión directa :Aprendizaje. Porque si algo he aprendido es que 

no pueden darse por separado y tener sentido.

Sin aprendizaje no existe el concepto de enseñanza, pero no a la inversa..ya que por experiencia personal he tenido muchos profesores que han hecho "como que enseñaban", pero nadie aprendía.
Ahora sé que no era culpa de los estudiantes.
El aprendizaje es el resultado del estudiante, pero la tarea del profesor es facilitar la acción de aprender, guiarle, enseñarle a aprender con lo que ya tiene...sumando lo nuevo.

Nunca sentí que me dieran la oportunidad de mostrar mis capacidades, no sabía qué capacidades tenía. Nadie nunca me preguntó qué me gustaba hacer, o lo que se me daba bien...entonces ¿Cómo me iban a enseñar?

Y esto es lo que ahora sé. El día de mañana, cuando me ponga delante de una clase, quiero saber qué saben mis alumnos, qué les ilusiona, porque quiero que aprendan con lo que ya saben y lo que les pueda aportar.
Quiero que aprendan a ser críticos y a vivir en la sociedad en la que vivimos. Estimularles para que se interesen por lo que tienen que aprender, buscar la manera para que lo que aprendan les sirva para la vida: en esto toda la responsabilidad cae sobre el profesor. Tenemos un poder: el poder que se encienda la chispa y que no se apague. Tenemos que ser conscientes del poder de la influencia que tenemos sobre la vida de algunas personas..para bien y para mal.

Considero que el profesor tiene que ser autocrítico y pararse cada cierto tiempo a evaluar y a evaluarse. ¿Cómo lo estoy haciendo? ¿De qué otra manera podría hacerlo? ¿qué resultados estoy y están obteniendo?

Hacernos preguntas es la clave para crecer como persona y como profesor.


Autora: María Berenguer Lax - PAE Grupo 7 2015/16

jueves, 29 de octubre de 2015

ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE

Muchos maestros entienden la tarea de enseñar implícita o explícitamente como una simple transmisión de muchos contenidos, o la demostración de unos procedimientos. Es necesario que un maestro sea un experto en la materia que está impartiendo, ya que si no domina la materia, difícilmente sus alumnos tendrán una buena enseñanza.
La enseñanza debe ser como la ayuda a los estudiantes para cambiar su perspectiva de la materia, como trabajar como ellos para guiarlos en su estudio(Ya que el profesor debe ser una simple guía para sus alumnos) significa hacer posible el aprendizaje.

La enseñanza debería ser una tarea mutua, es decir, si el maestro está enseñando a sus alumnos, éstos deberían a la vez estar aprendiendo las indicaciones del profesor, aunque en muchas ocasiones, esto no sucede así. Cada maestro, experimenta y comprende la enseñanza de una manera, cada una de ellas con la esperanza sobre como se espera que los estudiantes aprendan.
La enseñanza nunca debe ser impuesta, no debe ser metida a la fuerza ni machacada hacia el alumno, todo lo contrario, debe ser un acto entre el alumno y el profesor, en el que el profesor le de las pautas al alumno para que este pueda utilizarlas en su aprendizaje.
Es una acción coordinada, es más, constituye un proceso de comunicación, cuyo propósito es presentar a los alumnos de forma sistemática los hechos, las ideas o las técnicas que conforman el conocimiento humano.
Si hablamos de la enseñanza como la transmisión de conocimientos, podríamos decir que se basa en la percepción, principalmente a través de la escritura. La exposición del maestro, su apoyo en algunos textos, algunas técnicas de participación y debate en la misma clase entre los alumnos son algunas de las formas en las que se puede concretar este proceso de enseñanza.
Actualmente, la enseñanza ha incorporado las nuevas tecnologías y el uso de otros medios para intentar transmitir ese conocimiento del maestro, como por ejemplo el uso de Internet, o simplemente vídeos explicativos de la materia.
Con la tecnología, ya no hace falta que la actividad de la enseñanza tenga que ser física, ya no hay porque compartir un mismo espacio físico para que el maestro guíe al alumno en su aprendizaje.



Ahora hablaremos del aprendizaje. Todo aprendizaje supone una modificación en los esquemas de conocimiento de los alumnos, y se consigue mediante la realización de determinadas operaciones cognitivas. Antiguamente la concepción de aprendizaje significaba tan solo memorizar la información sin más, pero actualmente sabemos que no es así. Para aprender es necesario comprender la nueva información recibida por el maestro, analizarla en nuestra cabeza, hacer con este conocimiento relaciones y situaciones conocidas y por último sintetizar estos nuevos conocimientos adquiridos.
Muchas veces, los estudiantes no aprendes debido a que no están motivados y por ello no estudian, pero otras veces no están motivados precisamente porque no aprenden, ya que los maestros utilizan estrategias de aprendizaje inadecuadas que les impiden experimentar la sensación de lo que es aprender. Hay alumnos que solamente utilizan estrategias de memorización, en vez de intentar comprender la información y elaborar conocimiento, buscando relaciones entre los nuevos conceptos adquiridos y los conocimientos ya conocidos.

Básicamente en el aprendizaje necesitamos cuatro factores fundamentales: La inteligencia, unos conocimientos previos, la experiencia y sin duda la motivación.
Por otra parte, también es muy importante para el desarrollo de un estudio eficaz y de un buen aprendizaje son las condiciones del ambiente que te rodea y de tu ambiente personal.

La comunicación es un fenómeno muy importante en la relación que los seres vivos mantienen cuando se encuentran en grupo. A través de la comunicación, las personas obtenemos información de nuestro entorno y así la compartimos, la comunicación es un parte fundamental del aprendizaje.
El proceso fundamental en el aprendizaje es la imitación, es decir, la repetición de un hecho observado.
No siempre que haya enseñanza habrá aprendizaje, es decir, muchas veces existirá un proceso de enseñanza por parte del maestro, sin embargo, bien por culpa del maestro o por el propio alumno, no existirá ningún proceso de aprendizaje.






Autor: Gabriel Crespo. PAE Grupo 7. 2015/16

Bibliografía: .-Concepciones de la enseñanza(Jordi Adell)
                        .-Enseñanza y aprendizaje(SildeShare)

                        .-Concepción del aprendizaje según J. Bruner.

domingo, 25 de octubre de 2015

El buen maestro: Compromiso y pasión.

  “¿Qué es ser un buen maestro?” es una pregunta cuya respuesta no es nada fácil. Existen muchos documentos en los que se afirma que el buen maestro simplemente ha de ser capaz de enseñar a sus alumnos, pero ¿cómo debería enseñar un buen maestro? ¿cuáles son las características que debe tener?

Imagen tomada de Verdad y Luz Hoy 
  Un buen maestro tiene que tener como finalidad la de enseñar y para ello tiene que ser una persona comprometida. Ha de comprometerse consigo mismo y con el propio desarrollo personal, es decir, nunca debe dejar de investigar sobre su profesión, de seguir formándose. También tiene que tener un fuerte compromiso con los conocimientos, este compromiso no es solo con los conocimientos de la disciplina, sino que tienen que existir conocimientos sobre cómo enseñar esas disciplinas creando ambientes eficaces de aprendizaje.
    Por otro lado, es importante el compromiso con los estudiantes y con el resto de los profesores, además del compromiso social. El compromiso con los estudiantes tiene que basarse en la capacidad de ponerte a disposición del alumno, de diálogo, de afecto, de empatizar con él; es decir, ha de haber sensibilidad. El compromiso con los otros profesores debe ser tan grande que les permita trabajar en equipo y crear proyectos destinados a guiar a los alumnos para que aprendan. Y para que estos dos compromisos funcionen, el profesor debe estar comprometido socialmente teniendo una mente abierta y gran sensibilidad por los problemas que hay en el mundo.
    Además de estos compromisos, el buen maestro debe ser apasionado. La pasión es esencial para una buena enseñanza ya que genera energía, convicción y el compromiso del que ya hemos hablado. Un buen maestro ha de llevar su entusiasmo a la práctica de una manera inteligente y orientada por unos valores. Este entusiasmo está estrechamente relacionado con la pasión al igual que la preocupación, el compromiso y la esperanza que formarán parte de una enseñanza eficaz.
   La pasión es contagiosa. Un maestro apasionado contagiará a su alumno la pasión haciendo que el alumno se apasione por aprender y viceversa, un alumno al que le apasione aprender le contagiará su pasión al profesor y se establecerá así una relación de enseñanza-aprendizaje exitosa.
    Un maestro apasionado y comprometido será capaz de educar al alumno en emociones a través de un clima positivo, creará empatía, respeto y sabrá sacar de cada alumno su mejor faceta. El maestro tendrá que saber escuchar lo que al alumno le gusta y le apasiona, aunque este no lo exprese con palabras y a partir de ahí lo guiará para que aprenda con motivación y haciendo lo que más le gusta. Un claro ejemplo de que esto funciona nos lo da César Bona cuando nos cuenta una experiencia que tuvo con uno de sus alumnos que repitió curso; César habló con él y averiguó qué era lo que más le gustaba (escribir cuentos) y consiguió que este niño aprendiera mediante la transformación del temario que tenía que aprender en cuentos. El profesor consiguió motivar al alumno porque este hacía algo que le gustaba.
   Es importante, además, conectar las clases pero olvidando lo que el alumno hizo mal el día anterior porque si no se crearán etiquetas sin quererlo. Relacionar todos los contenidos de manera que el alumno pueda encontrarle sentido a ir a la escuela y tenga ganas de aprender, escuchar las propuestas de los alumnos y de otros profesores, relacionar la educación con la familia y el entorno en el que el niño se mueve son  aspectos esenciales.

   Para ser un buen maestro hay que establecer lazos con el entorno, hay que unir todos los elementos que forman la educación de manera en que la coordinación, la motivación, la empatía, el respeto, la investigación, la ilusión y las ganas de enseñar y aprender  sean realidades en las aulas. Así conseguiremos alumnos y profesores felices, apasionados y exitosos.

María Romera. PAE Grupo 7. 2015/16